SIMPLEZAS Y RUTINAS DE CADA DÍA.....



Pero, se lo ruego, no subraye ni con el lápiz, ni demasiado con el pensamiento.


Arthur Rimbaud

Día a Día

lunes, 20 de abril de 2009

Amélie Nothomb


Amélie Nothomb
Amélie Nothomb (nacida el 13 de agosto de 1967 en Kobe, Japón) es una escritora belga de lengua francesa.
Debido a la profesión de su padre, diplomático de Bélgica, vivió, además de en Japón, en China, los Estados Unidos, Laos, Birmania y Bangladesh. Habla japonés y trabajó como intérprete en Tokio. Desde 1992, ha publicado una novela cada año.
Amélie ha vivido en muchos sitios, encuentra el horror de la guerra y la pobreza, se refugia en el mundo dorado de la infancia, junto a su hermana mayor, de la que permanece muy próxima. A los diecisiete años descubre Europa y más precisamente Bruselas, ciudad en la que se siente extraña y extranjera. Estudia filología románica en la Universidad Libre de Bruselas, pero su apellido evoca en Bélgica a una familia de la alta burguesía católica y a un bisabuelo de extrema derecha, lo que no favorece su integración en una universidad de tendencias liberal-socialistas (sobre ello escribió una novela semi-biográfica, Antichrista). Una vez licenciada, regresa a Tokio y entra a trabajar en una gran empresa japonesa. Posteriormente relató esta experiencia penosa en su novela Estupor y temblores (Stupeur et tremblements), Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1999, y fue llevada al cine por Alain Corneau en 2003.
Regresa a Bélgica y publica Higiene del asesino (Hygiène de l'assassin) en 1992. Es el comienzo de un éxito fulgurante, este libro fue redactado después de una trágica visión de la muerte de su hermano a manos de un borracho. En adelante, la autora puede vivir de la literatura, su pasión. Se dedica a esa actividad al menos cuatro horas diarias, y afirma escribir tres novelas al año, de las que sólo publica una.
De su estilo se ha opinado que es valioso y pedante pero a la vez cómico y con mucho carácter, propio de una mujer que ha tenido que hacerse a sí misma; nadie niega la vivacidad de sus relatos, la precisión del vocabulario, la originalidad de los temas y una mordacidad constante. Algunas de sus novelas (Péplum, Cosmética del enemigo) están constituidas de un único diálogo entre dos personajes. Maneja magistralmente el arte de lo absurdo. Fascinada por la fealdad y la monstruosidad, destaca por la descripción de personajes de rasgos extremos. Sus obras giran siempre, en sus palabras, en torno al enfrentamiento entre dos personajes, o una personaje y una situación (Higiene del asesino, naturalmente, Atentado, Las catilinarias, son ejemplos evidentes)
Es la autora favorita de la editorial Albin Michel.
Entre sus autores favoritos destaca a Mishima, Diderot, Taniaki, Montherlant y a Proust. Y, entre los vivos, a Éric-Emmanuel Schmitt, Simon Leys, Jacqueline Harpman, Nathalie Gassel, Yoko Ogawa, Kazuo Ishiguro. También menciona con frecuencia a Céline.
Recibió el Premio Leteo en 2006.

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