Un chico consulta a Alejandro Jodorowsky porque había encontrado a la mujer de su vida, sin embargo después de un tiempo de felicidad llegó a una crisis y no era capaz de comprender lo que le estaba sucediendo.
En primer lugar Alejandro Jodorowsky hace una introducción sobre lo que es el nudo incestuoso:
Siendo niños, normalmente, tenemos deseos incestuosos hacia nuestros padres, y si somos un hombre, con más intensidad hacia nuestra madre. Es lo que Sigmund Freud llamó "complejo de Edipo". Si todo se desarrolla bien, al crecer deslizamos estos deseos hacia otras mujeres y a aquello lo llamamos "amor". Si la madre, como seguramente es tu caso, por razones diversas, en un momento aleja a su pequeñuelo de ella, éste guarda en su corazón una herida que tardará muchos años en cicatrizar. El niño herido, decepcionado, colérico, permanece en el inconsciente del adulto y cada vez que este decide emparejarse con una mujer, toma posesión de su mente y le hace revivir lo sentimientos infantiles de abandono. Tú experimentas un delirio proyectivo: las mujeres de las que te enamoras son sólo pantallas donde proyectas a tu madre.
A continuación, este fue el acto psicomágico que le recetó:
De una fotografía, recorta la cara de tu madre y agrándala hasta su tamaño normal. Hazle agujeros en los ojos, transformándola en una máscara. Duerme cada noche con esa máscara materna debajo de la almohada. Cuando encuentres a una mujer que te condeda sus encantos, como por juego, pídele que se desnude y se coloque la máscara. Entonces, deja salir tus sentimientos dolorosos de abandono y rabia; llorando estréchala en tus brazos y haz el amor con ella. Justo antes de eyacular, quítale la máscara y, mientras lanzas tu esperma, haz trizas esa fotografía. Después recoge con tu amante los pedazos, ponlos en una maceta, cúbrelos con buena tierra y siembra una planta de interior que harás crecer, colocándola en tu dormitorio.
Alejandro Jodorowsky, Correo terapéutico (2008)
En primer lugar Alejandro Jodorowsky hace una introducción sobre lo que es el nudo incestuoso:
Siendo niños, normalmente, tenemos deseos incestuosos hacia nuestros padres, y si somos un hombre, con más intensidad hacia nuestra madre. Es lo que Sigmund Freud llamó "complejo de Edipo". Si todo se desarrolla bien, al crecer deslizamos estos deseos hacia otras mujeres y a aquello lo llamamos "amor". Si la madre, como seguramente es tu caso, por razones diversas, en un momento aleja a su pequeñuelo de ella, éste guarda en su corazón una herida que tardará muchos años en cicatrizar. El niño herido, decepcionado, colérico, permanece en el inconsciente del adulto y cada vez que este decide emparejarse con una mujer, toma posesión de su mente y le hace revivir lo sentimientos infantiles de abandono. Tú experimentas un delirio proyectivo: las mujeres de las que te enamoras son sólo pantallas donde proyectas a tu madre.
A continuación, este fue el acto psicomágico que le recetó:
De una fotografía, recorta la cara de tu madre y agrándala hasta su tamaño normal. Hazle agujeros en los ojos, transformándola en una máscara. Duerme cada noche con esa máscara materna debajo de la almohada. Cuando encuentres a una mujer que te condeda sus encantos, como por juego, pídele que se desnude y se coloque la máscara. Entonces, deja salir tus sentimientos dolorosos de abandono y rabia; llorando estréchala en tus brazos y haz el amor con ella. Justo antes de eyacular, quítale la máscara y, mientras lanzas tu esperma, haz trizas esa fotografía. Después recoge con tu amante los pedazos, ponlos en una maceta, cúbrelos con buena tierra y siembra una planta de interior que harás crecer, colocándola en tu dormitorio.
Alejandro Jodorowsky, Correo terapéutico (2008)
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