Para que el mundo sea soportable, es necesario exorcizar las obsesiones, pero la escritura puede, tanto esconderlas como desvelarlas. Entonces Duras tantea, repite una y otra vez, busca la palabra justa, "prueba" a escribir, como se prueba a amar aún sabiendo que nunca se logrará totalmente. Marguerite decía: "Escribir es tratar de saber lo que uno escribiría si uno escribiera". Sus novelas se ordenan alrededor de una explosión central, un instante de violencia que da paso al discurso: Hiroshima y el amor, la muerte y el deseo psíquico simbólicamente entremezclados "Destruir, dice ella" Y esta palabra se asemeja a la música: ella es la que vuelve siempre, como el mar, variación infinita sobre un tema, letanía y celebración, control y desenfreno…
Página oficial de la escritora erótica: http://www.sci.fi/~solaris/duras/
martes, 9 de junio de 2009
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